Una llamada de cobranza efectiva va mucho más allá de levantar el teléfono, marcar el número del cliente y reclamarle que pague. Requiere preparativos previos, un personal calificado y los recursos técnicos adecuados.
Llamar a lo loco no sirve de nada. Necesitas implementar una estructura concreta y tener métodos debidamente detallados. Un jugador muy importante es el gestor de cobros, quien debe tener a mano todo lo indispensable sobre la deuda (nombre, monto, historia, tipo de cliente, etc.), debe tener la preparación para poder responder adecuadamente posibles excusas.
No todos los clientes tienen la misma relación con la empresa, y es algo muy importante a considerar al realizar la gestión de cobros. Así mismos, existen esos cuyo comportamiento durante la gestión e historia de pago, te ayudan a determinar un patrón. Este tipo de comportamiento tan característico resulta en un trato especial.
A continuación, detallamos que tipo de información (además de la obvia) se debe tener en cuenta a la hora de la cobranza.
Sobre el cliente: Además de todos los detalles concernientes a la deuda, información personal e historial de cobros del cliente, existen especificaciones que debemos saber:
- Tiene una relación estrecha con el dueño.
- Somos un proveedor estratégico para él, por su tipo de comercio.
- Comprendo su facturación a través del impuesto que declara.
- Lo llamo 4 veces en promedio antes de recibir el pago.
- Incumple promesas de pago.
- La excusa tiene sentido.
- Me compra 20 veces en el año.
- Se retrasa en promedio 5 días.
- Ningún cheque devuelto.
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